Por: Nora Sánchez
Extracción de petróleo, monocultivo, cacería ilegal, minería, tala… Estas son algunas de las amenazas con las que crecen las y los jóvenes indígenas de la Amazonía. Cada vez con mayor frecuencia y poder, los intereses políticos y económicos de países y empresas se anteponen a las y los habitantes de bosques forestales, reservas comunales y territorios indígenas, provocando deforestación, degradación y vulneración de sus derechos individuales y colectivos.
¿Qué podemos hacer frente aquello? Más allá de los necesarios cambios al sistema económico social, es imprescindible empoderar a las y los habitantes de los territorios en cuestión; hombres y mujeres indígenas quienes han protegido sus territorios frente a las amenazas pasadas y presentes, con los recursos a su alcance.
Es indispensable que los pueblos indígenas sean debidamente representados en la conversación global sobre el cambio climático, la protección de la naturaleza, el rol de los pueblos indígenas; con ese propósito en mente, bajo iniciativa de Hivos, COICA y la Universidad Andina Simón Bolívar y con el apoyo de la Lotería Sueca, nació el Programa de Liderazgo con sensibilidad de género para Jóvenes Indígenas; una propuesta para capacitar a jóvenes líderes indígenas a través de un programa hecho a la medida, con el objetivo de fortalecer las habilidades de facilitación de jóvenes indígenas, para que sean capaces de abordar los conflictos que aquejan a sus comunidades, perfilándose como futuros defensores ambientales y sociales.
Actualmente, 37 jóvenes indígenas, representantes de diferentes regiones y nacionalidades amazónicas de Ecuador y Perú están cursando el Programa Certificado en Cambio Climático y Sustentabilidad, un curso semipresencial con una duración de 12 meses en los que se cumplirán con siete módulos bajo las siguientes temáticas: Desarrollo, Equidad y sustentabilidad, GIS y cartografía, Biodiversidad, Cambio Climático, Petróleo y Minería, Marco legal y derechos, Negociación y Género como un tema transversal.
Durante febrero de este año, las y los estudiantes de ambos países se encontraron en Ecuador para la segunda y última sesión presencial del curso, cumpliendo una agenda académica, de diez días, muy ambiciosa.
Las y los jóvenes amazónicos iniciaron este encuentro en la Universidad Andina Simón Bolívar para recibir uno de los módulos del curso de manera presencial. Posteriormente, viajaron al Puyo, en la provincia de Pastaza en la Amazonía ecuatoriana, donde participaron del taller “Liderazgo para la gobernanza indígena, planificación de la vida plena y monitoreo territorial” organizado por la COICA, seguido del “Encuentro de negociación juvenil indígena sobre cambio climático”, organizado por Hivos.
Este último, se ideó como un simulacro de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, permitiendo a las y los estudiantes conocer de primera mano cómo se llevan a cabo las negociaciones y acuerdos entre países en un nivel internacional. Las y los estudiantes fueron organizados en duplas, a las que se les designó un país, representando por un lado al gobierno y por otro a los pueblos indígenas. Dichas duplas fueron repartidas en 3 comisiones: “Financiamiento climático”, “Plataforma de Comunidades Locales y Pueblos Indígenas” y “Nivel de ambición y acción climática”, en las que se plantearon preguntas que obligaron a las delegaciones a investigar sobre las diferentes posturas de los países en aspectos como responsabilidad de los países, emisiones de carbono, el fondo verde, manejo de reservas naturales, etc.
“Esta experiencia me ha servido mucho a mí y a nuestras comunidades”
Jhomar Maynas
Durante dos días, las y los estudiantes se esforzaron por asumir el papel de los gobiernos de turno, mismos que pocas veces defienden los intereses de las comunidades locales y los pueblos indígenas en las grandes palestras de toma de decisiones. ¡No fue fácil!, fue la reflexión de la mayoría de ellos, “el corazoncito indígena siempre jala” comentaban. Aún así, reconocieron que fue una valiosa experiencia que les enseñó dónde y cómo se toman las decisiones y por qué es tan importante tener voces indígenas ahí.
“Esta experiencia me ha servido mucho a mí y a nuestras comunidades” mencionó Jhomar Maynas, delegado premiado por su representación de Brasil durante el simulacro. Por su parte, Nicolás Vargas, mencionó que “es muy importante llevar este conocimiento a nuestras comunidades” y se comprometió a hacer una réplica del mismo al volver a casa.
“Hago un llamado a los jóvenes a que apuntemos en grande, tenemos grandes retos como jóvenes de seguir fortaleciendo a nuestros pueblos a nivel internacional”
Yulissa Trigoso
El simulacro tuvo como resultado el “Acuerdo del Puyo”, un reflejo de las ideas y las propuestas que tienen los jóvenes indígenas para dar respuesta a los efectos del cambio climático y fortalecer los esfuerzos para protección de la naturaleza y de los derechos de las comunidades locales y pueblos indígenas.
“Hago un llamado a los jóvenes a que apuntemos en grande, tenemos grandes retos como jóvenes de seguir fortaleciendo a nuestros pueblos a nivel internacional”, concluye Yulissa Trigoso durante la sesión de clausura, en la que las y los participantes, junto al equipo de Hivos y la COICA reflexionaron acerca de la importancia de espacios como estos.
Después de 10 días de arduo trabajo, jóvenes indígenas representantes de 16 diferentes nacionalidades y pueblos regresaron a casa, a sus comunidades, con nuevas ideas, mayores conocimientos y sentimientos de unidad y compañerismo entre pueblos indígenas para trabajar juntos por sus objetivos.