Cómo las comunidades indígenas en Ecuador lucharon por preservar el bosque amazónico
La Amazonía está bajo una seria amenza. Aunque produce el 20 porciento del oxígeno que respiramos, el bosque está siendo dominado y destruido por el redito económico. En Ecuador, las tierras de los pueblos indígenas son vistas por grandes corporaciones y el gobierno como áreas rentables para explotar a través de plantas de extración de petróleo, madera, agricutura y aceite de palma. Sus invasiones significan un serio daño para el bosque como tal, así como para su población. Pero, estas comunidades se están defendiendo.
Hernán: protector del bosque
Hernan Payaguage es el director ejecutivo de Alianza Ceibo, uno de los socios locales del programa de Hivos, Todos los Ojos en la Amazonía. Trabajamos con líderes indígenas como Hernán para preservar el bosque amazónico a través de tecnologías para monitorear las actividades ilegales y ofrecer apoyo para campañas y acciones legales.
“Nos dieron regalos y comida, así que no teníamos idea del daño que estaban haciendo a nuestra tierra.”
Hernan, un joven líder de la comunidad indígena Secoya, se ha comprometido con la lucha para proteger su tierra. En un calmado y tono confiable, el explica cómo llegó hasta allí.
“Cuando era un niño, la empresas petroleras ya habían empezado a invadir nuestros territorios. Nos dieron regalos y comida, así que no tenía idea del daño que estaban haciendo a nuestra tierra. Pero mis abuelos, quienes me criaron, me enseñaron que no deberíamos dar acceso a estas compañías a nuestras tierras. Ellos me explicaron que las compañias destruirían nuestra naturaleza, nuestra cultura y nuestras tradiciones,” cuenta Hernán.
La realidad
Los abuelos de Hernán tenían razón. En los años recientes, las compañías petroleras han estado invadiendo constantemente los territorios indígenas ricos en petróleo. Como Ecuador está experimentando un lento crecimiento económico en este momento, el gobierno está alentando las inversiones en la industria petrolera.
“En papel, pareciera que nuestro medio ambiente y nuestras comunidades están protegidas por la ley. Pero este no suele ser el caso en realidad. El gobierno nos ve como un obstáculo para el desarrollo económico de Ecuador, por lo que no nos protegen “, dice Hernán.
Una tragedia en la comunidad
Debido a la falta de protección del gobierno, Hernán y su gente han tomado el asunto en sus propias manos. Un gran derrame de petróleo en su área fue lo que provocó que Hernán lidere los esfuerzos de su comunidad.
“Hace unos años, las compañías petroleras derramaron petróleo crudo en nuestra agua, pero no nos informaron”, dice Hernán con agitación. “Bebimos el agua y la usamos para hacer cemento para nuestras casas. Nos sorprendió descubrir que muchas personas de diferentes comunidades indígenas habían sido envenenadas. Algunos incluso murieron. Ese fue el momento en que pensé: ya es suficiente”.
Unidos por una causa
Como resultado, Hernán y otros cinco miembros de la comunidad crearon Alianza Ceibo. Su objetivo en ese momento era reunir evidencia del daño causado por las compañías petroleras a las tierras y personas indígenas, y luego llevar esta evidencia a los tribunales. En siete años, la alianza se convirtió en una organización profesional que involucra a sesenta personas. Alianza Ceibo reúne a cuatro nacionalidades indígenas diferentes de Ecuador que se han unido para formar un movimiento más fuerte contra la destrucción de sus territorios.
“Tenemos una causa y un objetivo común. Todos experimentamos las mismas amenazas, así que dejamos de lado nuestras diferencias y comenzamos a trabajar juntos”, agrega Hernán.
Una victoria histórica
Los esfuerzos de la organización están dando sus frutos. Alianza Ceibo comenzó a trabajar con las comunidades Waorani en el mapeo de su territorio. “Combinamos tecnología con conocimiento local”. El pueblo Waorani llevó la evidencia reunida a los tribunales para exigir que las empresas privadas y autorizadas por el gobierno detuvieran la perforación petrolera. El 26 de abril de 2019, un fallo histórico puso fin a la exploración petrolera en siete millones de acres de tierra en el Amazonas. Los Waorani también ganaron la apelación posterior. Ahora, el fallo final de la corte establece muy claramente que su tierra les pertenece y que su bosque no está a la venta.
“Sin nuestro territorio no somos nada”
“Ganar la demanda fue un paso muy importante en la batalla por nuestros derechos. Finalmente obtuvimos algo de reconocimiento del Estado por nuestra causa ”.
Fortaleciendo la comunidad
En este momento, Hivos y sus socios trabajan con Alianza Ceibo para compartir sus éxitos con otras organizaciones indígenas en la Amazonía que enfrentan las mismas amenazas. Al mismo tiempo, Alianza Ceibo está explorando otras formas de proteger y desarrollar su territorio. Se han instalado fuentes de energía renovables y se está recolectando agua de lluvia para el agua potable. También están examinando si el chocolate se puede producir de manera sostenible y si se puede desarrollar el ecoturismo. Todas estas actividades harían a las comunidades más fuertes y menos vulnerables ante las compañías petroleras.
Finalmente, el objetivo de Hernán es mantener viva la historia de su comunidad.
“Nuestro territorio es nuestro todo. Nuestra comida, nuestra agua, nuestra medicina, nuestro mercado, nuestra historia, nuestro hogar. Sin nuestro territorio no somos nada. Y vale la pena luchar por eso”.
Junto con Hernán, continuamos la lucha para proteger la selva amazónica. ¡Y puedes contribuir compartiendo esta historia en las redes sociales usando los iconos a continuación!